La importancia de proteger especies en peligro

Explorando y aprendiendo sobre animales en peligro de extinción

Era una mañana soleada y perfecta para una expedición. Un grupo de jóvenes estudiantes, llenos de entusiasmo y curiosidad, se reunieron con su querida maestra Piti en el mágico lugar de Las Cabezas de San Juan en Fajardo. Con una sonrisa en el rostro y un brillo en los ojos, Piti los guiaría en un día de aventuras y descubrimientos, explorando la naturaleza y aprendiendo sobre los animales que habitan la isla, así como aquellos que están en peligro de extinción. A medida que avanzaban por los senderos rodeados de mangles y vegetación exuberante, los jóvenes se adentraban en un mundo lleno de historias, enseñanzas y maravillas naturales.

Pájaros Extintos Pero No Olvidados

Pájaros extintos pero no olvidados

Mientras caminaban por los senderos, Piti les dijo:

—Jóvenes, ¿saben lo que significa que un animal esté extinto? Estar extinto es cuando ningún animal de esa especie existe en el mundo. El último de su tipo ya no está con nosotros y la única manera de conocerlos es a través de sus recuerdos y las historias que contamos sobre ellos.

Los estudiantes escuchaban atentos y tristes. Querían saber más sobre estos animales y cómo llegaron a desaparecer. Piti continuó:

—Hay muchas razones por las cuales un animal puede extinguirse. A veces, los humanos no cuidan bien de la naturaleza y eso afecta a los animales. Otras veces, las especies invasoras y los cambios en el clima hacen que los animales no puedan sobrevivir. Es muy importante proteger a todos los seres vivos.

De repente, Piti se detuvo y señaló hacia los mangles, diciendo:

—Hace muchos años, caminaba por estos mismos senderos un pájaro muy especial llamado gallina de palo o Nesotrochis debooyi. Imaginen que este hermoso pájaro, parecido a un flamenco con un poco de sobrepeso, caminaba justo frente a nosotros. Este pájaro no volador era fácil de cazar porque no podía volar fácilmente para escapar, algo similar a las gallinas que se trajeron de Europa.

—Todo iba bien hasta que llegaron los extranjeros a la isla. No sabían poner límites y cazaban a las gallinas de palo sin control. Golpeaban a estos pájaros en la cabeza con mazos para atraparlos y los consumían como alimento. La falta de protección y el exceso de caza hicieron que este hermoso pájaro desapareciera para siempre. La gallina de palo adquirió su nombre porque los españoles los veían subir todas las noches a dormir en los árboles. Desconocemos el nombre Taíno, pero de seguro era algo más apropiado.

Piti aclaró:

—No debemos confundir a esta noble ave con lo que hoy conocemos como gallina de palo, que es la iguana verde introducida en Puerto Rico. Estamos hablando de un ave mucho más noble que ahora ya no está con nosotros.

Los estudiantes se entristecieron al escuchar esta historia. No podían creer que un animal tan especial ya no estuviera con ellos. Piti, viendo sus caras tristes, les dijo:

—Es triste, pero podemos aprender de estas historias. Aún hay muchos animales en peligro de extinción y nosotros podemos ayudarlos. Si cuidamos bien de nuestro planeta y protegemos a los animales, podemos evitar que más especies desaparezcan.

Las mariposas monarcas estan en peligro

Las mariposas monarcas están en peligro

Después de escuchar la historia de la gallina de palo, el grupo siguió caminando por los senderos de Las Cabezas de San Juan. Mientras observaban la exuberante vegetación, Piti se detuvo en unas plantas y les dijo:

—Jóvenes, aquí en Puerto Rico tenemos una mariposa muy especial. Se trata de la subespecie de la mariposa monarca, también conocida como Danaus plexippus portoricensis, que solía ser muy común en nuestra isla.

Los estudiantes se mostraron emocionados al escuchar sobre las mariposas. Piti continuó:

—Por la entrada de Las Cabezas, se encuentran algunas plantas de asclepias (también conocidas como algodoncillo), donde las mariposas depositan sus huevitos. Las orugas se alimentan de estas plantas hasta convertirse en crisálidas y luego en bellas mariposas monarcas.

De repente, uno de los estudiantes exclamó:

—¡Miren, hay orugas en estas plantas!

Todos se acercaron y vieron que las plantas estaban llenas de orugas rayadas de negro, amarillo y blanco. Piti explicó:

—Estas orugas son las larvas de la mariposa monarca. Se alimentan de las hojas de las asclepias para crecer y convertirse en crisálidas. Sin embargo, al igual que la especie en los Estados Unidos, nuestras mariposas monarcas están clasificadas recientemente en peligro de extinción.

Los jóvenes se alarmaron. Piti explicó:

—Las mariposas monarcas están disminuyendo en número por varias razones. La destrucción de su hábitat, el uso de pesticidas, el cambio climático y la falta de plantas adecuadas para alimentarse están afectándolas gravemente.

Piti vio la preocupación en los rostros de los estudiantes y les dijo:

—Pero hay esperanza. Hay algunos proyectos para ayudar a estas mariposas. Podemos sembrar plantas que ellas puedan alimentarse y dejar áreas donde puedan volar libremente. También podemos estudiar y encontrar más formas de ayudarlas para que no desaparezcan como la gallina de palo.

Los estudiantes, inspirados por las palabras de Piti, decidieron que querían ayudar a las mariposas monarcas. Juntos, planearon sembrar plantas nativas en sus escuelas y hogares y cuidar de las áreas naturales para que las mariposas tuvieran un lugar seguro para vivir.

Una historia de esperanza

Después de escuchar la historia de la gallina de palo y las mariposas monarcas, los estudiantes le preguntaron a Piti si había alguna historia feliz sobre los animales en peligro de extinción.

Piti sonrió y les dijo:

—Miren chicos, levanten la cabeza y vean la montaña del Yunque, nuestro bosque tropical. En la base de esa montaña y en otras áreas de Puerto Rico, se desarrolla la historia del rescate de la cotorra puertorriqueña. Esta ave, conocida científicamente como Amazona vittata, es una de nuestras aves endémicas, lo que significa que solo se encuentra aquí en la isla. Al día de hoy, esta ave está en gran peligro de extinción.

Los estudiantes miraron hacia el Yunque con asombro mientras Piti continuaba:

Los estudiantes miraron hacia el Yunque

La cotorra puertorriqueña

—La cotorra puertorriqueña es relativamente pequeña, mide aproximadamente 11.5 pulgadas de largo y su peso promedio es de 0.6 libras. Su plumaje es principalmente verde, con las puntas de las alas de color azul cielo, un anillo blanco alrededor del ojo y una banda roja sobre su pico.

Piti explicó que un grupo de voluntarios y expertos trabaja todos los días para ayudar a preservar a esta cotorra. Les contó que la cotorra puertorriqueña solía habitar en todas las regiones de bosque insular, incluyendo Vieques y Culebra. Hoy en día, se encuentra principalmente en las zonas de bosque tipo palo colorado, palma de sierra y tabonuco de las altas zonas de la Sierra de Luquillo, dentro del Bosque Nacional del Caribe, en el Bosque Estatal de Río Abajo entre Utuado y Arecibo y en el Bosque Estatal de Maricao.

—La pérdida de hábitat, los fenómenos naturales catastróficos, la captura de juveniles para el mercado de mascotas, la cacería ilegal y las perturbaciones humanas en las áreas de cría han afectado gravemente a la cotorra puertorriqueña. Sin embargo, gracias a los esfuerzos de conservación, la población de cotorras está comenzando a recuperarse.

Los estudiantes se sintieron esperanzados al escuchar esto. Piti los miró con una sonrisa y añadió:

—¿Les gustaría verlas algún día? Les prometo que organizaremos otra excursión para visitar el proyecto donde están ayudando a las cotorras. Allí podrán aprender mucho más sobre cómo podemos protegerlas y asegurarnos de que sigan formando parte de nuestra isla. Pero ahora ya es hora de regresar a casa. ¡Vamos para los carros, que nos espera otro día lleno de aventuras!

La cotorra puertorriqueña: Una historia de esperanza

Esta historia no termina aquí

En la próxima excursión, nuestra intrépida Piti llevará a sus estudiantes al corazón de El Yunque, donde conocerán el refugio que alberga a las emblemáticas cotorras puertorriqueñas. Allí, descubrirán los increíbles esfuerzos de un grupo de voluntarios que trabajan sin descanso para proteger estas aves tan especiales.

Las emociones estarán a flor de piel, las preguntas surgirán y las historias cobrarán vida mientras Piti y los estudiantes se adentran en este mundo de conservación y esperanza. ¿Qué les espera en esta próxima aventura? ¿Qué descubrimientos marcarán sus vidas? No te pierdas la continuación de este emocionante relato.

Visitando a las cotorras puertorriqueñas


sobre el autor

Sobre nuestro autor

Bill García escribe con el alma de Puerto Rico, inspirado por su naturaleza, su música, su gente y su historia. En su retiro, encuentra alegría en escribir para quienes quieren conocer más sobre nuestra Isla del Encanto

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